Tiempos difÃciles, confusos estos en los que, en nombre del progreso, se mancilla lo mas puro, lo más noble que es el mundo fantasioso de los más pequeños. No es el ¡Gora Alka-Eta! en particular, es la absoluta confusión de valores que se acerca a quienes constituyen la esperanza de esta humanidad, las más jóvenes generaciones. No hay nada más reaccionario que el negro, la agresividad y el "heavy metal". FaltarÃa más, libertad para los titiriteros, pero también que su creación deje de ser catálogo de exposición de horrores. Que puedan poner sus miras más lejos, más alto. Ante la mirada atónita y expectante de los niños puedan nutrir, embellecer, armonizar, colorear...; que con sus hilos se atrevan a recrear los nuevos y urgidos espacios de ternura, alegrÃa y fraterno amor. El mañana, que poco a poco, los personajes de trapo y de carne, en tantos escenarios del mundo estamos dando a luz, les quedará muy agradecidos. |
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